La importancia de un buen asesor

He decidido retomar el blog y seguir escribiendo sobre mi experiencia como empresaria, porque me han pasado cosas que creo que pueden servir de ayuda a otros emprendedores. Mi empresa es pequeñita: yo soy autónoma y tengo contratadas 4 empleadas (dos a jornada completa y otras dos a tiempo parcial). Cuando empecé no tenía ni idea de cómo funciona fiscalmente una empresa, por eso siempre hay que acudir a buenos asesores, porque si tomas una decisión equivocada a la hora de crearla, puedes pagar más impuestos de los que deberías, y perder mucho dinero. Yo tuve una mala experiencia y por eso me gustaría compartirla, para que no le pase a otras personas que empiezan. Cuando eres autónomo el IVA que facturas tienes que pagarlo, pero puede hacerse de dos maneras: por estimación directa o por estimación objetiva. ¿Y a qué se refiere cada una de estas estimaciones?

Pues por estimación directa significa que todo el IVA que facturas hay que pagarlo. Es decir: si yo facturo 10.000€ un mes, el 21% hay que pagarlo a Hacienda. Pero en este caso no tendríamos que pagar 2.100€, porque se compensa el IVA facturado con el que pagamos en nuestros gastos (compras, alquiler, gasoil, etc.) Así que quizá en total ese mes tendríamos que pagar 1.500€.

Por su parte, la estimación objetiva es lo que la gente conoce como los «módulos«. Significa que según las características de tu empresa (metros cuadrados, personal contratado, etc), Hacienda hace una estimación de lo que puedes facturar, y decide que una empresa de tus características debe pagar una cuota fija al año de IVA. Así, que ya no debemos pagar los 1.500€ que hemos visto en el ejemplo anterior, a lo mejor Hacienda ha estimado objetivamente que debes pagar 4.000€ al año, así que la diferencia pasa de pagar 1.500€ al mes, a pagar sólo 300€. Como veis la diferencia es abismal…

Lo he explicado de manera muy sencilla, sin tener en cuenta ciertos ajustes o regularizaciones, pero es para que lo entienda la gente que como yo nunca había tenido una empresa ni había sido autónomo. Y ahí entra la figura del asesor o gestor fiscal. Esa persona, a la que tú pagas para que te oriente tiene que ver TODAS las posibilidades de tu empresa, ver con números sobre la mesa qué te conviene más (cuánto vas a facturar, cuáles son las características de la empresa, en qué epígrafe estás dado de alta, etc). Pero no os quedéis con la primera explicación que os den. Que lo hagan por escrito, que lo estudien y hagan números, que así es como se descubre qué es lo mejor.

Yo confié en un gestor con mucha experiencia y no fue capaz de darse cuenta de esa GRAN diferencia. Le pregunté un día por teléfono si podía pasarme de estimación directa a módulos, y sin consultar nada me dijo directamente que NO, sin estudiar mi situación, ni mirar los números de mi empresa. Yo le creí porque era mi asesor y sabía de fiscalidad mucho más que yo. Sin embargo, se equivocaba. Menos mal que mi novio se empeñó en este tema, y como es economista un día hizo un excel y me enseñó los números: «…yo creo que no me estoy equivocando…», me dijo. Y tenía razón. Así que pregunté en otra asesoría que confirmó la teoría de mi novio y gracias a eso empecé a tener beneficios.

Hay mucha gente que está en contra de los módulos, porque les parece injusto que haya empresas que tengan ciertas ventajas a la hora de pagar impuestos. Pero cierto es que los módulos están restringidos más o menos a las PYMES. Es decir, que grandes empresas que facturan mucho dinero al año, evidentemente, no pueden acogerse a módulos, porque ganan mucho con lo cual también tienen que pagar mucho. Pero yo creo que está bien que exista algo así para los pequeños. Montar un negocio es un riesgo my grande: inviertes tus pequeños ahorros en algo que no sabes si va a funcionar o no, ayudándote de tu ilusión y del apoyo de la familia, en mi caso al menos. Te esfuerzas al máximo, trabajas muchas horas, y todo ello para empezar con pérdidas, pagando sueldos, impuestos, alquileres, material, etc, etc, etc. Todos los pagos que son necesarios en una empresa pueden ahogar al pequeño empresario, y con los módulos se da un respiro a esa gente emprendedora, que como yo, sólo quiere ganarse la vida trabajando.

Así que vuelvo a repetir: un buen asesor puede ayudarte muchísimo en tu negocio o hundirte en la miseria. Sed exigentes y mucho ánimo!